jueves, 19 de enero de 2017

Natty Petrosino: una mujer especial

Natty Petrosino nació en el campo, cerca de Villa Iris; su verdadero nombre es Inocencia Rosa Hollmann, es hija de Alemanes del Volga y tuvo ocho hermanos.
Fue modelo y actuó en  algunas películas. Hizo amistad con muchas personalidades de la farándula.
De muy jóven se casó con Vicente Petrosino, quién por aquel entonces era dueño de una de las disquerías más importantes de Bahía Blanca. Tuvieron tres hijos: Jorge, Fabián y Juan Francisco y vivieron mucho tiempo en el barrio Palihue. A los veintisiete años le diagnosticaron un colesteatoma y la operaron, pero en realidad se trataba de un tumor en el oído medio.
La primer tarea que realizó fue como voluntaria del Cottolengo para mujeres Nascimbeni. Allí comenzó su servicio al prójimo.No lo conocía y fue durísimo. No podía entender;esos pobres seres que no entendían nada, con tremendas discapacidades. A lo mejor no sufrían, no tenían conciencia de sus propios pesares, Pero ella no podía entender la finalidad de sus presencias en la vida. Ella iba todos los días a la capilla del Cottolengo a pelearse con Dios,  estaba enojadísima con Él,por permitir la condición sufriente de éstos seres. Había una mujer internada, se llamaba Georgina, mentalmente era normal, tenía treinta años, pero su cuerpo era de un bebé.
Natty, que era jóven, bellísima, sana, rica, nada la conformaba,y no era feliz. Y Georgina, en su estado, era feliz y agradecida.
Así fue como Natty empezó a racoger gente necesitada de la calle, hasta que un día su marido le dijo que no podían hospedar otra persona más; todos lloraron. Entonces Natty decidió ir a la calle con su "otra" familia. Primero durmió en un vagón de tren cedido temporariamente por el ferrocarril, hasta que la Municipalidad le cedió en préstamo una casita precaria en la intersección de Av. Pringles y Fortaleza Protectora Argentina,  donde comenzó a funcionar El Hogar Peregrino "San Francisco de Asís".
Su esposo e hijos apoyaron ésta decisión, tal es así que sus hijos han acompañado a su madre en más de un viaje, y su esposo pasó sus últimos años junto a ella en el Hogar Peregrino que ella construyó.
Así fue haciendo varias obras de caridad en su vida.
Del libro Retratos Bahienses, de Darío Faure.

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